Isa y Rafa han estado por tierras yanquis estos últimos quince días, y yo por mi parte happy total por recibir la visita de la familia y por poder disfrutar de una semana de vacaciones, que por aquí es todo un lujo.
Estuvimos la primera semana en NY, y después nos vinimos para Baltimore. También tuvimos la oportunidad de hacer una excursioncilla a las profundidades de Pensilvania y visitar la célebre Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wrigth.
La visita a NY fue genial, y al ir con los arquitectos el viaje fue mucho más enriquecedor. Esta vez nos hospedamos en un estudio muy chulo en Brooklyn que alquilamos a un chico danés, amigo de un amigo de Isa.
Dentro de mis nuevos descubrimientos de la City y alrededores, creo que lo que más me impresionó fue el museo de arte contemporáneo Dia:Beacon. Este museo está fuera de NY, a una hora y media en tren bordeando el río Hudson, en un pueblo denominado Beacon. El edificio es una antigua fábrica de Nabisco (creadores, entre otras cosas, de las deliciosas Oreo) de los años 20, muy bien rehabilitado, conservando su esencia industrial, y con unos espacios y luz simplemente impresionantes. Las obras contenidas pertenencen a grandes artistas de la segunda mitad del siglo XX, como Warhol, Serra, Flavin,… Todo ello hace la visita altamente recomendable.
También me gustó un montón el viaje en el ferry de Staten Island. Ofrece una vistas impresionantes de NY, especialmente de Manhattan, y además (ahora me sale la vena ratilla) es gratis jul jul…
Después de varias visitas a la gran manazana, por fin subí al célebre Empire State, y a pesar de tener que hacer una hora de cola, merece la pena. Comparándolo con su rival, el Rockefeller Center, disfrutas de una mejor visión de lower Manhattan y Brooklyn, pero para Central Park es mejor el Top of the Rock.
Ya de vuelta en Baltimore, el ritmo fue más relajado: yo currando y los chiquillos de paseillo y visitilla a Washington, y tras unos días de vuelta a España…
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