Después de sufrir el calor de Baltimore varios fines de semana por fin fuimos a la playa! Y el lugar escogido para disfrutar de las aguas del océano Atlántico por el otro lado fue Ocean City, o mejor dicho el Benidorm yanqui. El pueblo en si era un horror, una fila interminable de hoteles a un lado de la carretera y al otro sitios de comida rápida, helados y mini golfs, todo decorado con "discretas" luces de neón. Ya os podeis imaginar, una especie de Manga del Mar Menor al estilo americano, medo! Pero la playa estaba genial, y pudimos disfrutrar durante un par de días de esa deliciosa sensación de verano.
Después de sufrir el calor de Baltimore varios fines de semana por fin fuimos a la playa! Y el lugar escogido para disfrutar de las aguas del océano Atlántico por el otro lado fue Ocean City, o mejor dicho el Benidorm yanqui. El pueblo en si era un horror, una fila interminable de hoteles a un lado de la carretera y al otro sitios de comida rápida, helados y mini golfs, todo decorado con "discretas" luces de neón. Ya os podeis imaginar, una especie de Manga del Mar Menor al estilo americano, medo! Pero la playa estaba genial, y pudimos disfrutrar durante un par de días de esa deliciosa sensación de verano.
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